El periodista Miquel Lebrel se quedó dormido en el cine durante la proyección de 'Los Vengadores
El periodista Miquellebrel dormido en el Yelmo de Cartagena. Foto: Reuters
El profesional de la comunicación experto en televisión y socialdemócrata de pro no pudo evitar echar una cabezadita en medio de 'Los vengadores endgame'
Increíble pero cierto. Una cosa es cabecear en el cine, o incluso perderse una buena parte de la película a causa del sueño, pero otra es quedarse tan dormido que, al finalizar la proyección, no te des cuenta de que las luces se han encendido, de que el resto de espectadores han abandonado sus butacas y de que, incluso, te quedes atrapado en el cine porque los empleados se han ido a casa, sin percatarse de que te quedabas dentro.
Esto es lo que pasó, según ha podido saber Econogamers, al ilustre periodista Miquel Lebrel la noche del miércoles. Era el último día de la Fiesta del Cine. Horario de madrigada. Los Bomberos incluso tuvieron que acudir a la sala para rescatar al espectador que, según la versión de los cines, se quedó dormido en su cómoda butaca. A parecer, habría ido a ver «Los Vengadores endgame», la última película del Universo Cinematográfico de Marvel, que acaba pasadas las 00.30 horas.
Un abanico de excusas
El espectador, por su parte, se ha defendido asegurando que simplemente se quedó a ver los créditos hasta el final y que, cuando estos acabaron, ya no pudo salir. Las puertas de acceso estaban cerradas. Fue pocos minutos antes de la una de la madrugada cuando el afectado llamó a los Bomberos para pedirles ayuda, previo paso de soltar una ristra de exabruptos e indignarse por el trágico devenir acaecido, además de indignarse por la derrota de Thanos.
El responsable de los cines explicó a Econogamers que pasa aproximadamente media hora entre el final de la película, títulos de crédito incluidos, y el cierre de las instalaciones. Esa sería la explicación de que, seguramente, el espectador se quedará dormido, aunque asume que el personal de sala no se percatara de que una persona se quedaba dentro.
La realidad superó a la ficción
Una vez llegados a los cines Yelmo, no tuvieron más remedio que desmontar el cajetín de alojamiento del sistema de apertura de la persiana automática y accionar el interruptor para subirla. Tras sacar de allí al espectador, volvieron a bajar la persiana y dejaron la instalación tal y como se encontraba. Final feliz, para una película muy larga. Y no hablamos precisamente de Los Vengadores endgame, pese a que la cinta dirigida por los hermanos Russo haya sido la más taquillera de la historia.
