Abre los ojos: el shock del saber y conocer la otra cara de la moneda del capitalismo
Naomi Klein (Montreal, 8 de mayo de 1970) es la autora de ‘La Doctrina del Shock’ (el auge del capitalismo del desastre) un libro de 607 páginas escrito en 2007 – antes por tanto del estallido de la crisis mundial – en el que la escritora norteamericana, periodista y activista partidaria del movimiento antiglobalización, se muestra contundentemente crítica hacia el sistema capitalista y las políticas económicas propuestas por parte de la Escuela de Economía de Chicago y del Premio Nobel Milton Friedman, ideario de la doctrina del shock.
Dar a conocer aquello que no sabemos
Este ejemplar quiere mostrar la otra cara de la moneda, llevar a cabo una vuelta de tuerca ante todo lo que conocemos sobre el capitalismo y sus medidas. Por ello, considero que, en este libro, Klein tiene como objetivo que abramos los ojos y seamos conscientes del modus operandi de los poderes fácticos, los gobiernos, grandes empresa y establishment mundial, que nos han llevado a un capitalismo masivo, voraz y codicioso que provoca que los ricos se vuelvan más ricos y los pobres más pobres.
A través del exhaustivo análisis que Klein realiza a lo largo del libro – dividido en 7 partes y 21 capítulos, además de una introducción y una conclusión – la escritora canadiense pretende hacernos ver que durante en las últimas décadas se ha desarrollado lo que ella denomina ‘la terapia del shock’, gracias a la cual las políticas neoliberales de libre mercado han conseguido propagarse en todo el mundo. Concretamente, la autora norteamericana define esta doctrina o terapia como ‘’la explotación de las crisis nacionales para impulsar políticas controvertidas’’.
En otras palabras, Klein muestra en este libro como algunos gobiernos, instituciones internacionales como el FMI o el Banco Mundial, empresarios u otras altas instancias con relevancia mundial han y están aplicando esta doctrina del shock aprovechando situaciones críticas o caóticas (p.e. guerra de las Malvinas, Nueva Orleans tras el huracán Katrina…) para llevar a cabo las reformas que ellos desean y les benefician, mientras la población se ve ‘anestesiada’ por la coyuntura.
Una visión universal y amplia
Uno de los aspectos que enriquecen la lectura es el amplio análisis hecho por la autora norteamericana a nivel geográfico. A lo largo de ‘La Doctrina del Shock’ nos encontraremos con los casos de bastantes países, de manera que no estamos ante una obra que se centre en un único Estado, sino que podemos apreciar la situación de muchas naciones, tales como Chile, Indonesia, Brasil, Irak o Estados Unidos, entre otras. Vemos, por tanto, como Klein rehúye claramente del etnocentrismo.
Lectura no apta para todos los públicos
Cuando afrontamos un libro que supera las 600 páginas debemos ser conscientes de que estamos ante una obra que no está hecha para todos los consumidores ni para, quizá, un target comercial ni mainstream. Es difícil asimilar tal cantidad de datos e informaciones, por lo que no se trata de un ejemplar recomendable a todo el mundo. Su notable extensión en cuanto a páginas y la cuantía de tecnicismos empleados convierten a ‘La Doctrina del Shock’ en un escrito para digerir a fuego lento, no apto a todos los paladares pero exquisito para aquellos que puedan soportarlo; un plato de alta cocina digno de cualquier restaurante con estrella Michelin.
Paradójicamente, en su mayor virtud puede estar también su mayor defecto. Naomi Klein apuesta por un libro extenso y amplio en el que repasa en profundidad lo que ella considera ‘’el auge del capitalismo del desastre’’. Desde mi punto de vista, la escritora canadiense podría haber intentado ser algo más concisa y breve, puesto que la lectura puede llegar a hacerse tediosa, especialmente para aquellos que seamos neófitos en el campo de la economía, ya que el ritmo de la lectura no es demasiado dinámico y en ciertos momentos es fácil caer en la monotonía, pese a que, independientemente de esto, estemos ante una gran obra.
Comparación respecto a ‘¡Quiero entender de economía!’
Comparar ‘La Doctrina del Shock’ con ‘¡Quiero entender de economía!’ es prácticamente como equiparar el día a la noche o mezclar agua y aceite. Estamos ante dos ejemplares opuestos que nada tienen que ver, puesto que abarcan ámbitos muy distintos. Uno, un libro de más de 600 páginas y detallista al máximo. El otro, un manual de menos de 150 páginas que tiene como objetivo introducirnos en el mundo de la macroeconomía mediante un formato dinámico y ameno de pregunta-respuesta, que simula un dialogo entre el sobrino y el autor.
En definitiva, siguiendo el símil gastronómico, se podría decir que mientras que ‘La Doctrina del Shock’ equivaldría al chocolate negro 100% de cacao, ‘¡Quiero entender de economía!’ vendría a ser como el chocolate con leche o blanco. Por ello, cada uno con rasgos propios y característicos, ambos son buenos libros y disfrutables a su manera.
