El 1M: Crónica de la manifestación más reivindicativa
Este 1 de mayo volvió a ser, como cada año, un ejercicio de reivindicación de los derechos laborales de todos los trabajadores y trabajadoras del país. Multitud de personas llenaron las calles con fuerza para reclamar aquello por lo que creen que tienen derecho.
La manifestación más importante en Catalunya fue la que tuvo lugar en el centro de Barcelona. La zona cero, ubicada en Plaça Catalunya, reunió sobre las 11:30 a un montón de partidos políticos, sindicatos laborales y varias organizaciones. Los momentos previos fueron de máxima cordialidad y fair play entre los manifestantes. En un contexto político difícil y de extrema tensión, los diferentes grupos supieron mantener la compostura y aparcar sus diferencias ideológicas. Se vieron salutaciones cordiales entre miembros de ERC y del PSC, a pesar de la tensa relación que rodea ambos partidos desde la aplicación del artículo 155 el pasado otoño.
Una vez la manifestación dio el pistoletazo de salida, la procesión arrancó por Urquinaona con Vía Laietana. Bajo una no intensa pero sí persistente lluvia y una temperatura fría para estar a principios de mayo, los diferentes formaciones empezaron a desfilar por la calle, exhibiendo pancartas con toda clase de lemas y reivindicaciones.
ERC, con Joan Tardà y Alfred Bosch a la cabeza y bajo el lema “la República del trabajo digno”, quiso aprovechar el acto para reivindicar la libertad de sus políticos que se encuentran en prisión preventivos. Varios de sus miembros portaron carteles con la imagen de la ex Consellera Dolors Bassa.
Por su parte, el PSC, abanderado por su líder Miquel Iceta, que estuvo arropado por su número 2, Salvador Illa, reclamó más justicia social y criticó duramente la política económica y social tanto del antiguo Govern de la Generalitat, presidido por Carles Puigdemont, como contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Con una representación mucho menor, debido a su fragmentación en diferentes coaliciones, Podemos también formó parte del acto.
Los sindicatos de CC.OO. y UGT, organizadores de la manifestación, también tuvieron un rol destacado. Camil Ros, secretario general de la UGT de Catalunya, reclamó “una mayor implicación” a los políticos e hizo un llamamiento al diálogo entre las fuerzas trabajadoras para frenar las disputas entre las mismas e intentar apostar por la unidad.
Entre las personas que no pertenecían a ninguna organización política con representación parlamentaria, tuvieron hueco diversos grupos de comunistas, que portaban una pancarta que rezaba “un país para la clase obrera”. También estuvieron presentes miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas de Catalunya (JSUC), la refundación del PSUC, que llevaron a cabo cánticos como “se nota, se siente, el PSUC está presente”. A lo largo de la mañana, se vieron reivindicaciones a favor de las pensiones públicas y en contra del negocio de los seguros privados. La cuestión identitaria estuvo presente a lo largo de toda la mañana con centenares de banderas republicanas, catalanas, independentistas y españolas. Otro tema de actualidad que estuvo presente fue la polémica sentencia del juicio de “La Manada”. El secretario general de la UGT, Camil Ros, quiso dejar claro “su más absoluto respeto” por las decisiones judiciales, al mismo tiempo que lamentó “la injusticia de la justicia” y defendió “el derecho a poder criticarla”.
La manifestación finalizó en la Plaça de la Catedral cuando la mayoría de los presentes, con el puño izquierdo en alto, cantaron el himno de los obreros y trabajadores, “La Internacional”. A continuación, se cantó también el himno nacional de Catalunya, “Els Segadors”.
Sin duda, la manifestación de este año no se trató de una manifestación cualquiera. El contexto social y político estuvo muy presente en las reivindicaciones de todos los presentes. Así pues, ya restan 365 días para el próximo 1M, con el deseo de todos los participantes de que muchas de sus reivindicaciones y peticiones sean escuchadas y tenidas en cuenta para ayudar a mejorar el mundo laboral y las condiciones de todos sus trabajadores.
